¿Deudas buenas? ¿Deudas malas? ¡Descubramos la diferencia!

En el mundo financiero, no todas las deudas son iguales. Como abogado especializado en crédito y cobranza, a menudo me encuentro con personas que confunden "deuda" con algo negativo. ¡Pero no siempre es así!

¿Qué define una deuda "mala"?

Generalmente, son aquellas que:

• Financian consumo inmediato: Compras impulsivas, gastos innecesarios que no generan valor a largo plazo.

• Aumentan el pasivo: Préstamos para adquirir bienes que se deprecian rápidamente, como electrónica o ropa de moda.

• Generan altos intereses: Financiación con tasas elevadas que dificultan el pago y aumentan la deuda inicial.

¿Y las deudas "buenas"?

Son aquellas que:

• Invierten en el futuro: Financian educación, vivienda propia o un emprendimiento.

• Generan ingresos: Créditos para ampliar un negocio, adquirir herramientas de trabajo o invertir en activos que se valorizan.

• Mejoran la calidad de vida: Préstamos para salud, reformas del hogar que aumentan su valor o vehículo para trabajo.

¡Ojo! Incluso una deuda "buena" puede volverse mala si no se gestiona con responsabilidad.

Claves para un endeudamiento inteligente:

• Planificar: Evaluar la necesidad real de la compra y la capacidad de pago a largo plazo.

• Comparar: Buscar las mejores tasas de interés y condiciones de financiación.

• Controlar: Llevar un registro de las deudas y pagos para evitar sorpresas.

Recordemos: El crédito es una herramienta poderosa. ¡Usémosla a nuestro favor!

¿Y vos? ¿Cómo clasificás tus deudas? ¡Contanos tu experiencia!